¡OYE, PAREN CON LOS AUMENTOS DE PRODUCTIVIDAD Y SUBAN LOS PRECIOS!

¡Están abiertas las postulaciones para la guerrilla del Ludismo!

Estimados lectores del Periférico, con este artículo damos seguimiento a nuestra serie llamada “rebelión de las máquinas demoníacas”, digo, desempleo tecnológico. A pesar de no tratarse de sci-fi, parece que esta la interpretación de los grandes medios al tema de los impactos de la tecnología.

Según los más entusiastas del tema, la capacidad del reemplazo tecnológico actual ya ha alcanzado niveles críticos. En otras palabras, no importan las características de tu trabajo o la complejidad de los problemas que usted soluciona a diario, el desempleo tecnológico enmarca el destino de la humanidad. Como verás más adelante, no es así. Si no comprendemos como se va a desarrollar la cosa, nos vamos a unir al ejército del Ludismo – formado por la gente que va en contra del dicho progreso tecnológico – y empezar una guerra contra las máquinas.

Para evaluar los impactos – dar con un palo en la cabeza y después dar olvido a la idea de convertirse en un guerrillero (Ruben Blades 🎶)- es crucial comprender la perspectiva de la ingeniería. Esta se desarrolla a través de los conceptos de paradigmas, trayectorias y direcciones tecnológicas. A propósito, la economista Carlota Pérez es muy famosa por su interpretación de estos fenómenos. Esta perspectiva es la que determina si el impacto sobre las estructuras y el cotidiano de los trabajadores, será de corto o largo plazo.

Autor y otros (2003) cuando postularon que “la tecnología informática sustituye a los trabajadores en la realización de tareas rutinarias que pueden describirse fácilmente con reglas programadas”, tenían por detrás de sus palabras la rationale científica de estos conceptos. Los paradigmas tecnológicos son como problemas o cuestiones que uno se propone contestar, por ejemplo, cómo aumentar la productividad de los trabajadores. En mi tesis de maestría, planteé que el paradigma del mercado laboral de las últimas décadas era el reemplazo de las tareas rutinarias, es decir, ¿cómo reemplazar las tareas rutinarias? La respuesta para esta pregunta también nos ayuda a contestar qué es una trayectoria tecnológica. La trayectoria tecnológica puede ser interpretada como una manera de lidiar con un problema, en el caso de las tareas rutinarias, por ejemplo, se han elegido la automatización y la informatización para resolver dicho problema.

Ya las direcciones tecnológicas, a su vez, son las tecnologías dentro de una trayectoria. La gente que trabaja en call centers y que escucha nuestros reclamos inflamados respecto al mal servicio que prestan las empresas, desempeñan principalmente tareas rutinarias. Si bien es cierto que muchas veces tenemos razón al hacer la llamada al call center, muchas veces nuestros problemas son solucionados con la respuesta: señora, ¿ya intentó reiniciar su teléfono? o, señor, ¿ha cargado su teléfono? Para estas tareas decidieron utilizar los algoritmos que dan repuestas automáticas según su reclamo; los chatbots son algoritmos. Otro ejemplo, los trabajadores de línea de ensamblaje hoy día, son fácilmente reemplazados por robots debido a la repetición de las tareas que desempeñan. Los impactos entonces dependen de las tareas y de la voluntad de la ingeniería.

Volviendo al ejemplo de los peluqueros, al cortarse el cabello uno se encuentra con una persona que realiza una tarea manual la cual involucra poca rutina, que exige capacidad de adaptación por parte de los peluqueros para manejar los distintos tipos de pelo etc. Sin embargo, estas ocupaciones no requieren tareas del tipo problem-solving (resolución de problemas) y por lo tanto el contenido de tareas abstractas en estos empleos es bajo. Creo que el lector ya comienza a imaginar si su empleo está amenazado o no por la revolución de las máquinas.

Las tareas abstractas son las que predominantemente realizan problem-solving, o utilizan por ejemplo, mucha creatividad. En este sentido, los ingenieros, economistas, científicos, médicos, chóferes, entre otros, desempeñan tareas abstractas – como se ve, no es necesario un grado para realizar tareas abstractas. Conducir un vehículo, a pesar de no requerir gran capital humano, exige una capacidad de problem-solving y adaptación a situaciones atípicas gigantescas (por ejemplo, la reacción requerida cuando un niño salta de la mano de la mamá e invade la carretera). Conducir un vehículo requiere de tareas abstractas y manuales, las abstractas son del tipo problem-solving y las manuales son del tipo que requieren mucha destreza.

Por lo general, tareas abstractas y manuales son muy complejas para que los científicos e ingenieros hagan con que computadoras o robots las realicen, esto no significa que no han intentado. La verdad es que incluso las ocupaciones que desempeñan tareas no rutinarias han enfrentado problemas de desempleo tecnológico en la economía (las empresas como Google y Tesla están desarrollando pilotos automáticos hace años). Los trades de wall street, cosa de economistas se supone, se han convertido en cosa de científicos de datos. Según Mayer-Schonberger y Cukier (2013), “En finanzas, alrededor de siete mil millones de acciones cambian de manos todos los días en los mercados de valores de EE. UU., de las cuales alrededor de dos tercios se negocian mediante algoritmos informáticos basados en modelos matemáticos que procesan montañas de datos para predecir ganancias mientras se intenta reducir el riesgo.” Realmente, la tecnología está alcanzando capacidades de reemplazo que dan miedo.

Las tecnologías están avanzando en el reemplazo de tareas rutinarias, pero este no es el único factor que les está permitiendo hacerlo, de nada vale crear un robot que es capaz de realizar las mismas tareas que los hombres si su costo es de miles de millones de dólares, a lo mejor me quedo con los humanos. Si una innovación es creada, pero sigue cara para el mercado o, como hemos visto, la mano de obra barata de determinados países hace que el precio relativo sea malo, no habrá reemplazo. Por lo tanto, el factor precio de la tecnología pasa a ser clave – esto es lo que nos da miedo – de hecho, existe evidencia de que los precios de la tecnología van a seguir en plomada.

Según la ley de Moore (Flamm, 2003), este impacto tecnológico fuerte está ocurriendo porque los precios de la tecnología están bajando cada dos años un 50%, esta es una consecuencia directa de las ganancias de productividad. Un teléfono inteligente 2007 era carísimo – si bien es cierto que con nuestras monedas devaluadas todo cuesta mucho cuando en dólares -, pero en 2015 un modelo similar quizás no valga 10 dólares. Un IPhone ya en 2013, modelo 5s, tenía 1,300 veces más poder de procesamiento que la computadora que ayudó al hombre a llegar a la luna[1]. Sin duda, la tecnología está evolucionando a pasos largos, muchas veces es difícil imaginar que las computadoras y robots de los años 1960 y 70 vinieron del mismo planeta que las tecnologías actuales; tamaño salto tecnológico.

Regresando al punto, las ocupaciones como telefonistas, cajeros, agentes de viajes, operadores de máquinas, entre otros, están sufriendo un impacto tecnológico desproporcionado que está causando su extinción, esto pasa pues estas tienen en común las tareas rutinarias. Para la ingeniería, es más fácil reemplazar las ocupaciones que desempeñan estas tareas. Sin embargo, existen muchos otros factores determinantes de los efectos sobre los empleos, por ejemplo, el costo de la mano de obra y la escala de producción pueden mitigar o atenuar estos impactos. Igual que las reformas laborales también pueden determinar la intensidad del reemplazo tecnológico, incluso pueden imponer reglas que lo evitan. La realidad es que en países donde la mano de obra es relativamente barata, como es el caso de nuestros países, no tan barata como en los países asiáticos, y con tecnología no tan desarrollada, el desempleo tecnológico tiene un impacto menos disruptivo.

Sin embargo, se les deja para la reflexión que incluso nuestros países van a sufrir con los avances de la tecnología si los precios siguen el mismo ritmo de plomada. En resumen, sin duda vamos a sufrir los efectos del desempleo tecnológico si los precios siguen bajando de manera exponencial, pero a ustedes se adelanta que existen efectos compensatorios en la economía que, a pesar de conllevar a la recuperación de empleos perdidos, generan un cambio estructural mucho más dañino que la pérdida de empleos per se. Entonces, ¿qué tanto debemos preocuparnos con los efectos de la caída en los precios en nuestros países? !Próximo artículo!

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Referencias

Autor, D. H., Levy, F., and Murnane, R. J. (2003). The skill content of recent technological change: An empirical exploration. The Quarterly journal of economics,118(4):1279–1333.

Acemoglu, D. and Autor, D. (2011). Skills, tasks and technologies: Implications for employment and earnings. In Handbook of labor economics, volume 4, pages 1043–1171. Elsevier

Flamm, K. (2003). Moore’s law and the economics of semiconductor price trends. International Journal of Technology, Policy and Management, 3(2):127–141.

Frey, C. B., & Osborne, M. (2013). The future of employment. How susceptible are jobs to computerisation.

Frey, C.B. and Osborne, M.A., 2017. The future of employment: How susceptible are jobs to computerisation?. Technological forecasting and social change, 114, pp.254-280.

Mayer-Schönberger, V. and Cukier, K., 2013. Big data: A revolution that will transform how we live, work, and think. Houghton Mifflin Harcourt.

[1] https://igotoffer.com/blog/how-powerful-was-the-apollo-11-computer

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Especializado en economía de la industria y de la innovación a través de una maestría de la Universidad Federal de Rio de Janeiro. Actualmente, es consultor en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe – CEPAL.