¿TERMINARÁ LA TECNOLOGÍA REMPLAZANDO LA LABOR HUMANA?

Los Peluqueros no corren peligro

Estimado lector del Periférico, como seguro sabrán, la inteligencia artificial y todo el paquete de la industria 4.0 viene en marcha a robar su valorado empleo, sin embargo, poco se ha investigado sobre el real impacto del desempleo tecnológico en la periferia. En este artículo, se pretende aclarar puntos cruciales de este análisis, pero no se engañe, a pesar de que el lector va a terminar este artículo con más conocimiento esperamos que este primer texto genere más dudas que soluciones.

Como suele pasar desde los principios de la economía moderna, los modelos económicos son desarrollados para economías maduras y homogéneas, es decir que son desarrollados en/y para Europa o EE. UU. Hasta aquí todavía no existe un problema, pero cuando se arrancan con las aplicaciones – ush – los problemas emergen como el agua de los geysers. Lo raro de todo es que los economistas, por más inteligentes y competentes que sean, han intentado ampliamente replicar – sin siquiera adaptar – tales modelos en tejidos económicos completamente distintos y no conectados. No por casualidad, The Economist[1] señaló en su artículo que los economistas no estudian suficientes países. Como resultado, lo que se intenta con frecuencia es adaptar los países a los modelos y no los modelos a las complejidades de los países. Algunos citan esta como una de las razones de la condena de LATAM al subdesarrollo.

Siguiendo estas aplicaciones miopes, se ha especulado que el impacto tecnológico sobre los empleos causará la necesidad del uso del ingreso básico universal[2], ya que la inteligencia artificial va a reemplazar a todos, que se va a perder el sentido de la vida existente en él labor, los robots van a dominar el mundo etc. La realidad es que algunos de estos impactos previstos – basados en los métodos de inducción o deducción – no son para nosotros, por lo menos no mientras seamos países emergentes. Lo interesante es que al final de esta serie de artículos, ustedes van a sospechar que el impacto puede incluso ser opuesto al que se plantea para los países centrales. Una cosa es cierta sobre estas predicciones, el progreso tecnológico siempre ha despertado miedo en periodos de revolución industrial[3], el movimiento del Ludismo es la prueba del poder de las innovaciones disruptivas en la sociedad.

En efecto, si bien la primera gran revolución industrial pudo generar muchos beneficios a la economía, a la gente no le agradó la gigantesca pérdida de empleos dejando los beneficios económicos como irrelevantes frente a un estado del bienestar comprometido. Consecuentemente, se generó odio de los trabajadores reemplazados por máquinas hacia el progreso tecnológico, lo que generó el ya citado Ludismo- la gente que va en contra del dicho progreso tecnológico.

Los economistas siempre hablan en sus argumentaciones que todo depende, para ellos no existen respuestas sencillas y directas a una cuestión; bueno, ¡es verdad! Los impactos tecnológicos sobre los empleos que tanto se hablan dependen del pace tecnológico, de las inversiones, del ritmo de transformaciones, de los precios y ganancias, de la motivación de los ingenieros, de la tasa de interés, del I + D, de los logros pasados, etc. Este miedo a lo cual se reportó arriba, es el miedo de un impacto directo y lineal, pero la economía no funciona así pues todo depende. Un punto muy importante para lidiar con este miedo, es evaluar según la perspectiva de la ingeniería – que en un texto menos introductorio será tratada como paradigmas, trayectorias y direcciones tecnológicas. Esta perspectiva es la que determina si el impacto sobre las estructuras y el cotidiano de los trabajadores, será de corto o largo plazo.

Según la dinámica de los desarrollos tecnológicos de los últimos años, la simulación del cerebro humano por una máquina tiene un grado de dificultad muy superior a la simulación de una tarea repetitiva o corriente. Los avances tecnológicos de los últimos años siguieron esta misma dinámica, es decir que estos avances hicieron que ciertos empleos tengan una mayor probabilidad de ser extintos o de sufrir impactos (Frey y Osborne, 2013). Esto es una consecuencia directa del tipo de tarea que cada empleo u ocupación requiere, según Acemoglu y Autor (2011) existen las tareas manuales, abstractas (resolver problemas) y rutinarias. Tareas manuales y abstractas son más complejas de ser desempeñadas por máquinas o computadoras, mientras que las rutinarias son relativamente más fáciles de ser reproducidas. Un peluquero, por ejemplo, realiza principalmente tareas manuales y también un poco de abstractas ya que tiene que lidiar con muchos tipos de cabellos, etc. – además, por lo general, los peluqueros también son psicólogos. En suma, un peluquero difícilmente tendrá problemas con la ola de reemplazo de la cuarta revolución industrial (Schwab, 2015).

La idea de las tareas está tremenda y representó un gran desarrollo que ayudó a comprender los efectos de la tecnología sobre las variedades de empleos, lo que no está tan tremendo es asumir que las tareas desempeñadas por un trabajador de llano de fábrica acá en LATAM son iguales a las desempeñadas por trabajadores en los países desarrollados. Los últimos manejan más tecnología y no tienen que “dar um jeitinho” o hacer una gambiarra – hacer una adaptación muy creativa para resolver problemas – a diario en la pega/trabajo. Es decir que hacerlo es sacar un modelo desarrollado para una economía desarrollada e introducirlo en una economía muy distinta. Debido a esto, se estimó que en América latina la probabilidad de automatización es de 65%. Los estudios en probabilidad de automatización revelan que un 47% de los empleos en los EE. UU serán automatizados (Frey y Osborne, 2013). En los países de la OCDE, el promedio fue de un 57%. Pajarinen et al. (2014) señalaron un 35,7% en Finlandia y para Alemania Brzeski y Burk (2015) estimaron que era del 59%. Bowles (2014) estimó que, en Europa, la variación agregada va a oscilar entre el 45% y más del 60%. Ramaswamy y col. (2018) muestra que el riesgo de automatización es de aproximadamente 55% en Uzbekistán, 85% en Etiopía, 77% en China y 69% en India.

El problema es que la mayoría de estas estimativas se basó en un estudio específico para un determinado país, es decir, que hicieron una réplica sin adaptación para todos los otros – ya se les había alertado sobre esta costumbre. La metodología por detrás de estos cálculos está respaldada principalmente en entrevistas con expertos sobre cuales ocupaciones y tareas iban a ser automatizadas en distintos horizontes temporales. Para Brasil, Albuquerque et al. (2019) estimó que 24,970,587 de puestos de trabajo están en riesgo de automatización. Los autores también mostraron que para el 2026 Brasil tendría 30 millones de trabajadores desempleados debido a la automatización. Pero ¿será este efecto tan devastador? Nadie acá está diciendo que estas replicaciones sin adaptación no sirven, al contrario, son un principio y sin duda sirven para decir: ¡ojo ahí porque la cosa puede ponerse fea!

Históricamente, lo que pasa es que la tecnología cambia los requerimientos de habilidades de las ocupaciones y solo en algunos casos una ocupación entera es automatizada. Como ejemplo de ello, los operadores de máquinas tradicionales solo pulsaban botones y tiraban de palancas, actualmente se requiere de un operador de máquinas conocimientos de mecánica, comunicación y computación avanzados; los operadores, además de hacer la máquina funcionar, ejecutan los diagnósticos de problemas y varias otras tareas. Estos estudios reportados, además de utilizar requerimientos de habilidades para otros países, asumieron que lo que suele pasar es que ocupaciones enteras desaparecen. Esta es una de las razones por la cual el impacto es tan fuerte. Tras revisar esta metodología, algunos estudios llegaron a probabilidades de automatización de un diez por ciento, pero esto es una cosa para el próximo artículo.

En este artículo se habló principalmente de los problemas de hacer replicaciones de modelos desarrollados para estructuras distintas. En el próximo artículo se hablará de los reales impactos de la tecnología en los mercados laborales de LATAM, adelantamos que la pérdida de empleos no es nuestro principal dilema, pero los impactos sociales que se desencadenarán sí serán un gran reto.

Referencias:

Albuquerque, P. H., Saavedra, C. A. P. B., de Morais, R. L., Alves, P. F., and Peng, Y. (2019).  Na era das máquinas, o emprego é de quem?  estimação da probabilidade de automação de ocupações no brasil. Technical report, Texto para Discussão.

Acemoglu, D. and Autor, D. (2011). Skills, tasks and technologies: Implications for employment and earnings. In Handbook of labor economics, volume 4, pages 1043–1171. Elsevier

Bowles, J. (2014), The Computerization of European Jobs, Bruegel, Brussels

Brzeski, C. and Burk, I. (2015). Die roboter kommen. Folgen der Automatisierung für den deutschen Arbeitsmarkt. INGDiBa Economic Research, 30.

Frey, C. B., & Osborne, M. (2013). The future of employment. How susceptible are jobs to computerisation.

Frey, C.B. and Osborne, M.A., 2017. The future of employment: How susceptible are jobs to computerisation?. Technological forecasting and social change, 114, pp.254-280.

Schwab, K (2015): The Fourth Industrial Revolution What It Means and How to Respond https://www.foreignaffairs.com/articles/20151212/fourthindustrialrevolution

Mokyr, Joel, Chris Vickers, and Nicolas L. Ziebarth. 2015. “The History of Technological Anxiety and the Future of Economic Growth: Is This Time Different?” Journal of Economic Perspectives, 29 (3): 31-50.

Pajarinen, M., Rouvinen, P., et al. (2014). Computerization threatens one third of finnish employment. Etla Brief, 22(13.1):2014.

Ramaswamy, K. et al. (2018). Technological change, automation and employment: A short review of theory and evidence. Indira Gandhi Institute of Development Research, January 2018.

[1] https://www.economist.com/finance-and-economics/2020/12/10/where-economists-focus-their-research?utm_campaign=editorial-social&utm_medium=social-organic&utm_source=linkedin

[2] https://officialblogofunio.com/2020/06/19/universal-basic-income-and-artificial-intelligence/

[3] Mokyr y col. (2015) postulan tres grandes preocupaciones en períodos de rápido progreso tecnológico. La primera preocupación por una enorme sustitución de la mano de obra por máquinas, provocando desempleo tecnológico, deshumanización y desigualdad. Segundo, problema moral del progreso tecnológico. La tercera preocupación es contrapesada porque afirma que la época de grandes cambios estructurales ocurrió en las revoluciones pasadas.

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Especializado en economía de la industria y de la innovación a través de una maestría de la Universidad Federal de Rio de Janeiro. Actualmente, es consultor en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe – CEPAL.

4 thoughts on “¿TERMINARÁ LA TECNOLOGÍA REMPLAZANDO LA LABOR HUMANA?”

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