Un banquero conservador y un indígena anti-extractivista equilibrándose entre alianzas y denuncias
En la mañana y tarde del viernes 12 de febrero se reunieron tanto simpatizantes de CREO como de PACHAKUTIK en el Consejo Nacional Electoral para defender sus votos. Analizaremos lo que dicen, llevando la teoría del voto estratégico un poco más lejos, hacía el DISCURSO ESTRATEGICO, es decir, veremos la teoría de juegos detrás de los diferentes discursos de la ciudadanía. O sea, no atribuiremos estas palabras a los sentimientos, sino a la conveniencia racional.
Para eso es necesario poner un poco de contexto. En 2017, se celebraron elecciones que arrojaron una segunda vuelta indiscutible entre un banquero del Opus Dei, Guillermo Lasso, por el partido de CREO, y un continuador del oficialismo, Lenin Moreno. Lasso aduce que perdió por un fraude, pues hubo un apagón en el Consejo Nacional Electoral. Sin embargo, muy rápidamente después de ser electo, Lenin Moreno voltearía la tortilla comenzando a enjuiciar a colaboradores del expresidente Correa, terminando así su Vice, Jorge Glass, en la cárcel.
De esta forma, el gobierno de Moreno se transformó en uno al que nadie quería vincularse, ni Lasso, ni el correísmo, por lo que los dos bandos se dedicaron a querer echarle el muerto al otro. Al no tener ningún interés en la reelección, el gobierno de Moreno no tuvo incentivos a hacer bien su trabajo, pues nadie quería verse representado por este. Entre las consecuencias está que, normalmente, la economía política dicta que habría sido una bendición que se negocien las vacunas en época electoral, pues el gobierno aprovecharía para hacer buena propaganda, como esta pasando en Chile, donde los gobernantes saben que pronto se votará una nueva constitución y un buen trabajo ahorita les permitirá ser parte de ese proceso. El partido de Moreno, al no tener interés en la reelección, abandonó a su población en estos tiempos difíciles y vacuna casi que únicamente a sus allegados.
En octubre 2019, tras el pacto de Moreno con el FMI, los indígenas se toman las calles de Quito, entre varios destrozos queda la contraloría quemada. Como sabrán esa clase de estragos para quien apoya el movimiento, son un mal necesario, y para quién no lo apoya, refuerza el odio, pues a nadie le gusta que le quemen la ciudad. En el panorama grande claro, romper la ciudad es generar un costo político, tristemente, los gobiernos sienten la presión cuando la sienten también los ciudadanos. Entre los varios lideres de ese paro, Pachakutik vota para la postular a la presidencia al que se considera más moderado, Yaku Perez, ex-prefecto de Azuay.
Al igual que en 2017, las elecciones arrojan resultados contundentemente regionales. La costa es de Arauz, el candidato de Correa, Amazonía y Sierra de Yaku; Pichincha (la provincia de la capital) y Galápagos quedan para Lasso, y Carchi, al norte del Ecuador es del sorpresivo Hervas, candidato de la izquierda democrática que saca un 16%, con un margen de más de 10 puntos a las encuestas. Estos resultados de regiones enteras polarizadas responden a algunas políticas económicas que pondremos en relieve en otro momento cuando conversemos sobre el funcionamiento del clientelismo.
Tanto encuestadoras como la memoria de la elección pasada ponían a Lasso como único candidato posible para “derrotar al correísmo”. Es decir, se apeló al voto estratégico de la gente, pues sacando más del 40% Arauz podría ganar en una sola vuelta si tenía más del 10% de ventaja sobre el siguiente. Es decir, muchos votos de Lasso se posicionan como contra el oficialismo anterior a Lenin más que como votos a favor del proyecto político de CREO.
Sorprendentemente los primeros resultados arrojaban a Yaku con una ventaja muy ligera sobre Lasso, lo que llaman de “empate técnico”. En ese momento pasó algo increíble, pues los partidarios de la derecha conservadora tradicional ya se subían a la camioneta del indigenismo, mientras la izquierda correista rezaba por que pasé el candidato de la derecha conservadora pues, contra el indigenismo tienen una derrota asegurada. Al ser la polarización un arma que sirve distintos intereses, el sistema democrático puede a veces tener este tipo de curiosidades que inflaman los memes.
Parecía que la tendencia se mantendría, pero coincidió que justo el Guayas sea la provincia donde hubo el mayor número de actas con problemas. En esa provincia Yaku obtuvo 8% mientras Lasso el 25%, es decir, conforme se escrutaban las ultimas actas Lasso subía lentamente mientras Yaku bajaba. Ergo, los votos de Guayaquil que fueron contados al final dieron vuelta el marcador a favor del banquero.
A continuación, presentaremos rápidamente lo que se resalta de forma positiva y negativa de cada candidato. Guillermo Lasso es dueño del segundo banco más grande del país, en su carrera ascendió con tan solo un bachillerato como estudios, por tanto, ha demostrado ser un gran empresario. Sin embargo, esa misma fuerza es su desventaja pues en todos los modelos de economía política, el político persigue sus intereses personales según las posibilidades institucionales. Por tanto, votar por Lasso, es votar por su conflicto de intereses. Siendo que el significado mismo de oligarquía es la unión del poder económico y político, un voto por Lasso sería, al menos en lo que al lenguaje respecta, votar por la creación de una oligarquía.
Arauz, el candidato correista, viene con la ventaja de que es la continuación de un gobierno que tuvo 10 años para posicionarse. A él personalmente se le acusa de ser una marioneta y la continuación de un modelo extractivista, clientelista y ladrón. Sin embargo, a esas características se le suma el crecimiento del país en los 10 años que gobernó su antecesor, junto con el descenso de la desigualdad. Claro, se dice que tales logros son un espejismo que hipotecó el futuro con la deuda y el petróleo, vendiendo además el país a los chinos. En todo caso, las credenciales actuales de Arauz son inseparables del modelo anterior.
Al siguiente, se lo critica por ser un “falso indígena”, pues antes se llamaba Carlos, sin embargo, el defiende lo contrario, que justamente se llamaba así por la opresión a los indígenas, pues como dice “Carlos es nombre de rey”. Yaku se presenta como un candidato moderadamente anti-extractivista, ofrece mantener funcionando los pozos que ya estén hechos, pero no abrir nuevos. Pone al agua en el centro de su agenda y al mismo tiempo quiere que florezca la pequeña empresa. La izquierda correista lo acusa de ser secretamente de derecha, pues fue abogado de mineras en su juventud, y la derecha lo acusa de ser extremadamente izquierdista, pues la tradición de Pachakutik, al ser el partido indigenista, es de izquierda.
En ese marco de una diferencia de 0,36%, poco más de 30 000 votos, Yaku aduce que podría haber sufrido de fraude, por lo que quiere recontar los votos uno por uno. Se encontraron entonces los dos líderes en el consejo nacional electoral para llegar a un acuerdo sobre el reconteo. Veamos y analicemos que opina la voz de la ciudadanía en el siguiente video.
El primer trazo de discurso estratégico que se encuentra es que el votante de Lasso pide unidad y transparencia, mientras el votante de Yaku denuncia fraude, Magdalena Yupanqui da un ejemplo puntual visto con sus propios ojos. Tiene sentido, pues de pasar a segunda vuelta Yaku tiene el voto de quienes votaron por Lasso asegurado, lo contrario no es verdad. En ese sentido, en este mismo momento la gente de Yaku prefiere agotar recursos hasta ganar, pues no le ven costo futuro. Por otro lado, el votante de Lasso ve el pasaje a segunda vuelta como probable, y prefiere empezar a conseguir votos del actual rival desde ahora. De esta forma el partido del banquero diversifica su discurso hacia la integración, la plurinacionalidad y hasta el respeto a la Pachamama y al agua.
Es también parte del discurso estratégico que se mencione evitar la vuelta de Correa como una prioridad, pues es rehuir convertirse en Venezuela, como se hizo en Chile, Colombia y Estados Unidos. Veremos en un artículo futuro como el miedo es una excelente gasolina electoral. Aun así, a pesar de ver algunas diferencias como las cantidades de petróleo y el dólar, no puedo tampoco negar algunas similitudes políticas, por lo que no puedo decir que sea un miedo absolutamente irracional, como si lo es en Chile o Estados Unidos.
Vemos que los votantes de Lasso tienen en mente un objetivo claro, sus quejas no son exactamente macroeconómicas, sino principalmente por la institucionalidad. Por eso también es un discurso de corrupción, pues la corrupción esta directamente relacionada a la institucionalidad. La próxima semana justamente haremos un articulo sobre institucionalidad, como se crea, y su importancia para el desarrollo, pues la economía se maneja desde las instituciones y no desde las universidades.
Entretanto, los pedidos del votante de Yaku se tornan hacía la falta de servicios básicos, y de educación. Wilson llega a describir las aulas de escuela como “galpones para pollos”. En pocas palabras, los pueblos que no están al centro de la política del país están pidiendo IGUALDAD DE OPORTUNIDADES.
“Somos verdaderos hombres, queremos un país plurinacional”, dice Wilson, al oyente distraído le sonará como machismo. Sin embargo, dentro del contexto, el hablante se refiere a que no han sido considerados por el gobierno como humanos del mismo valor que el resto, pues no ve que su gente reciba los mismos servicios a los que se tiene derecho en Guayaquil y Quito. Royuela y Alessia[1] (2020) muestran de hecho una relación directa, en Ecuador, entre la privación de servicios, (internet, agua potable, electricidad, tasa de hacinamiento, etc.) y la urbanización.
En ese marco cabe luego preguntarse si esa relación se debe a que económicamente el gasto en servicios en el medio rural no es óptimo, o por que justamente los votos están en la ciudad, por lo que el gasto en la ciudad tiene mayor retorno político. De la respuesta a esta pregunta también dependerá en parte que Wilson Shigra logré llevar a Pastaza los servicios que reclama los quiteños y guayaquileños ya poseen.
Me tomo el tiempo de aprovechar para segmentar a los votantes, pues en promedio el votante de Lasso será mas adinerado que el de Yaku. La institucionalidad que piden es en ese sentido depende también de la igualdad de oportunidades, pues la corrupción política es una prioridad secundaria para personas que no tuvieron acceso a educación, y cuyos hijos tampoco lo tienen.
En la entrevista, el representante de Patria sin Corrupción atribuye pues que 68/100 ecuatorianos habrían votado contra la corrupción. Pero, de hecho, la importancia que se le da a la corrupción y a la institucionalidad depende de la importancia que se le da al resto de rasgos de un gobierno. Es decir, desconoce que las ciudades costeras del Ecuador no son ciegas, sino que la mejora de su calidad de vida durante 10 años les permite cerrar los ojos ante la corrupción. En ese marco, el pueblo que Yaku representa no parece aborrecer al Correismo por la corrupción, sino porque esta no vino acompañada de una mejora en su calidad de vida, bien al contrario, los indígenas fueron reprimidos por un gobernante que decía venir a solucionar su histórica opresión. Sin embargo, al menos por ahora, no ven en Lasso alguien que vaya a darles la añorada igualdad de oportunidades. De ahí que el discurso de CREO se torne hacia la pluriculturalidad del país en estos momentos.
Es muy importante entender este punto, pues en próximos artículos sobre los funcionamientos del populismo dejaremos entrever que el ascenso del populismo no es culpa únicamente de quien vota por este, como creen sus detractores, sino de quien provee las condiciones para que este prospere.
Entre otras reivindicaciones interesantes esta la asociación de negros del Ecuador que pide representatividad en el gobierno y que se dejen de leyes que favorecen a los grandes grupos económicos. Es una alianza extraña de la derecha conservadora con los afros. Sin embargo, tendrán sus razones, seguramente al ser costeños, y no votantes de Arauz, habrán visto que para sus fines la alianza con CREO era la más conveniente. Tiene especialmente sentido para el partido de CREO quien como vimos esta volcado a ganar votos de quienes piden se valore la multiculturalidad del país.
Finalmente, la votante de Yaku, Magdalena Yupanqui, presentó el problema institucional a su manera, pues no habla de institucionalidad, pero culpa a los gobernantes de haber instalado una cultura de corrupción que convirtió a los jóvenes en ladrones. ¿Puede el comportamiento del gobernante influir en el comportamiento del ciudadano? No tengo ejemplos de este caso preciso, pero Muller y Schwarz[2] (2020) muestran que una desviación estándar en el aumento de los tweets anti-islámicos de Trump significó 38% de aumento de los crímenes de odio hacia musulmanes. Es decir, sí es posible que el comportamiento del gobernante se traslade a la sociedad sin leyes de por medio.
En todo caso, vemos cómo no solo los políticos, sino los votantes mantienen un discurso que también les conviene, según la conjetura por factores tanto electorales como de situación económica de largo plazo. Seguiremos desarrollando la información, y cómo cambian los incentivos políticos con el pasar de los días, pues todo indica que Yaku quiere elevar su poder de negociación para un pacto de gobernabilidad mostrando su influencia con una marcha indígena hacia Quito. También, en exactamente dos semanas comenzaremos una serie de artículos que se titularán “EL MANIFIESTO POPULISTA”, explicando cómo surge y cuáles son las consecuencias del populismo tanto de derecha como de izquierda, pues como saben en El Periférico no nos importa nada, decimos la verdad sin importar a quién convenga. Sígannos en nuestras redes sociales y no se lo pierdan.
[1] Obaco, M., Royuela, V. y Matano Alessia (2020), “On the link between material deprivation and city size: Ecuador as a case study”, Land Use Policy, Junio 13
[2] Muller, Karsten, and Carlo Schwarz. 2020. \From Hashtag to Hate Crime: Twitter and Anti-Minority Sentiment.” Mimeo, Warwick University.
Economista especializado en regulación de la competencia, con conocimientos variados en las diferentes temáticas de la disciplina: economía política, desarrollo, medioambiente, fiscal. Trabajé durante un año en una consultora financiera en Brasil (Fusiones y adquisiciones) y 4 años haciendo consultorías para CEPAL, además de una consultoría sobre salud mental y ambiente laboral en Chile, y otra de 6 meses sobre la historia del desplazamiento forzado en Mozambique para la London Bussiness school.
No solo entiendo los temas en los que me especializo, sino que trazo las diferentes relaciones entre ellos para tener una visión completa del panorama. Junto a eso, manejo bases de datos y softwares como Stata, asegurándome así que la narrativa y la estadística vayan de la mano. Hablo español, inglés, francés y portugués. Soy sociable, persistente, curioso, organizado, trabajo bien en equipo y bajo presión. Usted entrégueme un trabajo y yo seré especialista en el tema, pues siempre estoy dispuesto a aprender y me adapto a cualquier circunstancia, un día me encuentra haciendo presentaciones a altos funcionarios, al siguiente jugando fútbol en la favela.