¿Ineptitud o Malicia? Historia de un Estado Depredador y Dependiente
Después de 13 años sin cortes, en octubre 2023 Lasso anuncia que debido a un estiaje habrá racionamiento de luz en ciertos horarios. Con ese antecedente, sumado a las previsiones del fenómeno de la niña (sequía), el tema eléctrico fue central en el debate presidencial, donde, el entonces candidato Noboa, presentó un plan detallado de inversión y diplomacia internacional para prevenir esta crisis.
A pesar de que entre diciembre 2023 y agosto 2024 la deuda pública ha crecido en 1.800 millones de dólares, hoy Ecuador soporta cortes de luz de hasta 14 horas diarias y se prevé que pronto serán 18. Es un experimento interesante de liberalismo, en el que en vez de semáforos en los cruces poco traficados hay coordinación tacita entre conductores, y en los más traficados hay estancamiento, policías o directamente civiles con chaleco dirigiendo el transito a cambio de unas monedas.
Todos saben lo que están viviendo y ven en su día a día los efectos de esta crisis que ya parece una nueva realidad. Aquí humildemente vamos a prever los efectos a futuro en las estructuras económicas del país, y darle a Noboa el crédito de no culparlo por su ineptitud, sino analizar su errático actuar como el de un agente racional y egoísta, como dicta la economía clásica, siendo que justamente a sus predicadores es quienes más aplica.
Una solución que pronto será problema
Lo primero que hay que entender sobre el mercado eléctrico es que rompe con la principal suposición del libre mercado funcional. Tiene economías de escala crecientes, es decir que mientras más produce, más barato le sale la unidad producida. “El costo promedio siempre está por encima del costo marginal, por lo que este siempre es decreciente” diría un grandilocuente.
Esto se debe a varios factores, el más clásico es que los costos fijos son altos por lo que se deben repartir en un máximo de producción, la red de transmisión es más beneficiosa en cuanto más electricidad le circula, por lo que invertir en dos redes de transmisión para dos empresas diferentes sería ineficiente. Si usted vende empanadas, el costo de producción de estas será menor cada tanda si es que llena el horno, y más eficiente va a ser entre más grande este sea.
Así, la competencia natural se imposibilita pues si el costo de cada kilovatio se reduce con el tamaño de la producción, quiere decir que si crecen las cantidades que pide la gente, en vez de que suban los precios y entren nuevos vendedores a copar el mercado, una misma empresa aumenta la producción reduciendo sus costos, impidiendo que el precio suba. Mientras más cantidad se produce para satisfacer a la demanda, menor es el costo y el precio, desincentivando la entrada de nuevos productores al mercado.
Básicamente, los cables de la ciudad y de las casas no pueden ser instalados 5 veces por 5 compañías diferentes para un mismo propósito. Y si sucediera que los privados se ocupen y se repartan los sectores seríamos rehenes del instalador. En la economía matemática clásica, pragmática, metodología considerada derechosa, el mercado energético se lo denomina de monopolio natural[1]. En esta configuración, la competencia pura y dura es económicamente ineficiente y no sucede naturalmente.
En 1961 parecía esto sentido común cuando Velasco Ibarra emitió la Ley de Electrificación que declaró obra de carácter nacional y de responsabilidad del gobierno la planificación, ejecución y control de la electrificación del país. No existe mercado eléctrico autoregulado en el mundo, se entendía que se necesita como mínimo un poder estatal que se encargue de realizar y concesionar la infraestructura pública.
En cambio, las soluciones de Noboa libran al Estado de su responsabilidad y la ponen sobre los civiles. Implementa una solución de urgencia creando un problema futuro: libera la importación de generadores, haciendo que cada uno tenga que producir su electricidad, generando un costo de capital fijo (el generador) y variable (el combustible) adicional a los emprendedores.
La compra de un generador se convierte en una barrera a la entrada de nuevos negocios, y la producción con gasolina presiona sobre los costos que no se convierten en inflación nomas por la caída del consumo que mantiene a los negocios haciendo márgenes mínimos, así vemos peluquerías que cobran 3 dólares el corte con su generador en la calle. Siendo el generador un capital fijo, le electricidad a futuro deja de ser una responsabilidad del gobierno, la curita se convierte en la nueva piel.
Efectos en la sociedad
La ineficiencia económica viene acompañada de una ineficiencia ambiental que se retransmite en calles comerciales que apestan, en la normalización al nivel de ruido blanco de los generadores como el de las constantes alarmas de ida y vuelta de luz, en una salud mental de los ciudadanos cada vez más frágil, y todavía veremos efectos físicos con picos de enfermedades pulmonares en unos años por estos meses de dióxido en el aire.
Como consecuencia del oligopolio bancario y la regulación fallida de este país, a pesar de las promesas del banquero, las tasas de interés activas (o sea las de préstamo) rondan el 14% y las pasivas (las de depósito) el 10%. Esto implica un fuerte desincentivo a la inversión, y lo contrario para el ahorro. Así, según el banco mundial, en 2023 el ahorro bruto era de 27.092 millones de dólares, 24% del PIB. Según Global Findex, el 40% de la población ahorra, mientras 53% cubre sus gastos de consumo con préstamos[2]. Coindencialmente, esta liquidez total del Ecuador permitió que exista dinero para la proliferación de generadores y baterías en esta emergencia.
Sin embargo, según todavía GlobalFindex, solo el 11% de ecuatorianos tiene ahorros suficientes para emergencias. Hay mucho ahorro, y bien concentrado. Se genera una nueva brecha de desigualdad, para mucha gente el derecho a trabajar se ve restringido por el acceso a un generador.
Es un efecto similar al de la pandemia, genera un desbalance de largo plazo, pues, entre más grande es la brecha, más probable es que exista divergencia, o sea que los pobres se hagan más pobres, y acepten peores condiciones, y los ricos, si bien pierden plata en el generador, ganan la cuota de mercado de los negocios que quiebran, quedándosela en el largo plazo. Una parte favorecida de la población cuenta con fondos de emergencia, mientras otra se endeuda para vivir.
En palabras económicas, mayor desigualdad vuelve más probable la divergencia de renta de los diferentes segmentos de la población. Y los ávidos lectores del periférico saben que la desigualdad esta relacionada a la configuración política, a la paz social y en ultima instancia a la capacidad de encontrar un camino de desarrollo común. Será acentuado el quiebre social histórico de este país, ya acentuado recientemente por Lenín y la pandemia.
Efectos macroeconómicos
De lo anterior se deduce que las industrias que no paran de trabajar serán aquellas que ya son las más importantes del país. Se reduce la diversificación de exportaciones, es decir los principales productos de exportación del país van a acaparar una mayor parte del total. Se refuerza la influencia de clase de los principales integrantes de la plutocracia exportadora (Noboa). Si bien los principales exportadores adquieren más importancia, podemos esperar que haya una reducción en las exportaciones totales y un alza en las importaciones.
Tal efecto nos hace más dependientes del exterior, y el exterior menos dependiente de nosotros, eso se refleja en la famosa balanza comercial. En ese sentido, del Ecuador salen cada día más dólares de los que entran. Así, el gobierno esperó 11 meses para quitar el subsidio energético a las mineras (cuarto mayor segmento de exportación de Ecuador, consume energía como una pequeña ciudad) para equilibrar la balanza.
Esto se complementa con la desesperación por hacer entrar dólares del FMI, que muy placenteramente nos da una deuda que únicamente se multiplica, mientras el gobierno no se molesta en retener su capital humano, sino que agradece las remesas de sus migrantes. En un sentido global, los cortes de luz son una profundización de la dependencia político-económica de Ecuador para con los Imperios de afuera (articulo), en este caso el del país de nacimiento de su presidente.
En última instancia, los cortes de luz son un impulso a la desindustrialización, lo cual permite no invertir en educación y libera mano de obra para la agroindustria cuya mayor exportación es, adivinen, EL BANANO. Si esto es coincidencia, al igual que la pandemia, es una coincidencia muy conveniente para el poder.
Un Estado Depredador
El sector público y el sector privado tienen una especie de osmosis, por un lado, necesitan el uno del otro; cooperan, el público hace carreteras, semáforos, brinda seguridad y el privado usa esos servicios para enriquecerse a la vez que la satisface los deseos de la población. Por otro lado, compiten, por trabajadores calificados, por negocios, y por poder. Así, por ejemplo, un estado destruido con cada vez menos trabajadores libera un ejército de desempleados dispuestos a aceptar salarios y condiciones de trabajo cada vez más indignos.
Cuando el sector privado toma control del público la competencia se desvirtúa y el equilibrio se destruye. Durante el boom de los recursos la inversión pública permitió florecer al privado y así crecer el pastel, durante la austeridad el privado aprovecha los remanentes de esa inversión mientras toma el control del reparto sacrificando algunas porciones.
Ya el gobierno de Lasso acusó al Banco del Pacifico de ser un lastre para el Estado y para el mercado bancario, así vendieron todos sus activos y destruyeron su posición en el mercado, a la vez que fusionaron BanEcuador y la Corporación Financiera Nacional. Entretanto, el país y la selección se pintaron de morado. Se permitió que un actor bancario se convierta en su propio regulador con la promesa de mejores condiciones de crédito. Sin embargo, las tasas siguen allá arriba (préstamos emergenciales de 14% de interés para paneles solares en la BANCA PÚBLICA) y los chulqueros de cuello blanco con más ganancias que nunca.
En economía, este tipo de prácticas son referidas por el término “estado depredador” fue acuñado por Galbraith en 2008 en su libro “el estado depredador: por qué los conservadores dejaron el libre mercado”. Se refiere a los gobiernos que ejercen un régimen corporativista empeorando a propósito sus bienes públicos con el objetivo de que los ciudadanos no solo acepten la privatización de lo que a todos nos pertenece, sino que la pidamos.
Así en mayo de este año, en palabras del Ministro Roberto Luque[3], el Ministerio de Minas y Energía solo había ejecutado 2,5% del presupuesto que le fue asignado, para Julio, según el informe del Ministerio de Minas y Energía[4] habían devengado (significa prometido pagar, ni siquiera hecho nada) un 22,5% de un total de 63 millones de dólares asignado a este ministerio. Básicamente, como buen estado depredador, simplemente no trabajaron los 6 primeros meses del año.
Luego, el gobierno bananero tiene el descaro de argumentar que la crisis se debe a la ineficiencia del sector público, y obviamente están en lo correcto, pues ellos lo son (en realidad quieren implicar que lo público siempre es ineficiente). Con ese contradictorio argumento suben las apuestas y acusan a la constitución del 2008 de una supuesta prohibición de privatizar para justificar su literal INOPERANCIA.
Sin embargo, los proyectos privados energéticos no solo son legales, sino que la Ley de Eficiencia Económica promovida en diciembre 2023, los liberó de impuesto a la renta durante 10 años. De hecho, el gobierno firmó acuerdos con empresas privadas de Uruguay y Estados Unidos por más de 200 millones de dólares y no le cumplieron.
Por más impuestos que quiten, debido a la condición de monopolio natural del mercado eléctrico, para el privado no es provechoso invertir ahí a menos que sean capitales gigantes, y ni así, si el país ya tiene soberanía energética. Para que las leyes pasadas en 2023 surtan efecto, se necesita entonces destruir el sector eléctrico para que esté pueda florecer en las condiciones que desean los gobernantes. Destruyendo el mercado, quitando las barreras de entrada.
Además de monopolio natural, la energía es un sector estratégico. Todos en el país dependemos de su buen funcionamiento, lo cual convierte el control del sector en un poder político, por algo Noboa culpó al SABOTAJE CORREISTA de sus propios funcionarios cuando empezaron los cortes. Políticamente, que un bien que cumple los requisitos de bien público pertenezca al privado es reforzar ese estado depredador controlado por los grandes grupos económicos. Controlando la energía podrían sacar y poner presidentes a su antojo.
Noboa no es libre mercado, Noboa es corporativismo. Por eso no hay inversión pública, porque un estado funcional y con buena infraestructura atrae inversión privada sana. A las elites criollas no les interesa la competencia, sino reforzar su poder local lucrando de destruir el país con proyectos de minería y turismo. Privatizar la electricidad es un paso más hacía convertirse en una hacienda.
La psicología es una cosa increíble, los últimos gobiernos han sido culpables de absolutamente todas las cosas que acusaron al correísmo durante años, desde tranzar con narcos a manipular la justicia, y según los últimos hallazgos de La Posta, a meter fraude en las elecciones. ¿Cómo hace esta mentira para imponerse? Mami prenda la tele, oiga la radio, abra tuiter, en todos los medios existe una CAJA DE RESONANCIA del poder.
La caja de resonancia del poder
La economía no solo sucede en las tasas de interés y en la inversión y todo ese bla bla, la economía sucede a diario en la confianza que nos tenemos y en las cosas que nos decimos. Así, para asegurar el éxito de la estrategia, se necesita manipular la opinión pública. Antes de suceder en el plano terrenal, los planes de la oligarquía deben suceder en el plano mental de la población. Para eso el poder político económico de este país tiene una narrativa hecha a la medida, apoyada por periodistas, abogados, economistas y artistas sometidos al poder.
Como si fuera una orden directa, al segundo que Noboa puso en tuiter que había que privatizar, los adoctrinados de siempre lo secundaron. Para dar unos ejemplos: tenemos el loro Alberto Acosta Burneo, conocido por vivir a la sombra de su padre a nivel académico y por haber tomado una ideología cien por ciento opuesta (un psicólogo que lo ayude por favor); se dice académico, pero jamás ha presentado un análisis que no sea salido del hígado.
Luego, como no el gruñón Carlos Vera, a quién pagamos de nuestro bolsillo 11.000 dólares mensuales para que mienta al par de personas que todavía le creen. Y, periodistas deportivos como el lamebotas Arturo Magallanes y el que se cree argentino, cuyas opiniones políticas prefabricadas solo no parecen deplorables cuando se las compara con su conocimiento deportivo. Dicen luchar por la libertad de expresión, pero son los primeros en cambiarla por unos verdes. Han reducido su existencia a ser meros títeres.
Es para mí una tristeza ver que en este país los economistas con mejores posiciones y más escuchados son justamente los que serían batraceados y burlados por la academia en el exterior. ¿Por qué? Simple en este país para quienes tienen alguna conexión la mejor forma de progresar económicamente es siéndole funcional al poder, que luego te lo devuelve con ascensos, promociones, entrevistas y salarios injustificados. Son el aceite de la máquina y en cada engranaje llevan una recompensa.
Conclusión
La creciente apropiación de mercados estratégicos y la destrucción del estado responden a una simple estrategia donde disminuye el poder que el pueblo otorga al servidor público ( poder “de juris” dicho académicamente), mientras el poder político queda en manos del poder económico (el poder “de facto”). La transferencia de poder “De Juris” hacía el poder “De Facto” reduce la ya pobre capacidad de la población de decidir sobre su futuro (articulo). Traducido, podrán dejar la presidencia, pero con estructuras en las que un próximo gobierno no tendrá herramientas para aplicarles la ley. Olvídense de cobrar la deuda de Noboa con el SRI.
En 1927, José Peralta en La Esclavitud de La América Latina decía que jamás podría integrarse de forma amistosa el continente americano, conforme la hipócrita doctrina del “monoamericanismo” mandaba, pues la cultura yanqui no era compatible con la de América Latina:
“El crudo positivismo anglosajón no reconoce más brújula que el interés y la ganancia; otro estimulo de la actividad humana, que la acumulación constante y progresiva de la riqueza, otra finalidad del Estado, que la dominación y hegemonía sobre los demás estados (…) si la codiciada presa no se enreda prontamente en el lazo, vienen al auxilio del cazador, el soborno, el cohecho, que no faltan corrompidos traidores que venden su patria por ambición o por codicia”.
12 años de campaña se ferió Lasso. La familia Noboa necesitó directamente dos generaciones para hacerse con el poder absoluto de este país, gastaron fortunas monetarias y energéticas para llegar, y bien saben ustedes que ricos no se hicieron despilfarrando. En el noble arte de la política solo ven una inversión y un retorno probable; las dos generaciones de campaña se pagan con tan solo medio mandato en la presidencia, asegurando crecientes retornos a futuro. Se impuso la codicia del yanquismo.
Pronto, las hidroeléctricas a las que no se dio ningún mantenimiento en 7 años de las cuales se hace uso y abuso en esta crisis van a empezar a fallar. La electricidad será escaza volviéndose un mercado apetitoso para el privado, y las ciudades tendrán que buscar formas de autogestión con pequeñas plantas, o terminaremos comprando la electricidad sobre preciada sobrante de plantas construidas por negocios privados con posición dominante, tipo el “grande-grandísimo” (pequeña adivinanza para los entendidos).
[1] Si se debe evitar el poder monopólico por ejemplo separando la producción de la distribución o aprovechando nuevas tecnologías de energía renovable, como la eólica, y microrredes que permiten producir a pequeña escala.
[2] https://www.lahora.com.ec/pais/cuatro-cada-diez-ecuatorianos-ahorran-fondo-emergencia/
[3] https://twitter.com/LaPosta_Ecu/status/1788616934012960855
[4] https://www.recursosyenergia.gob.ec/wp-content/uploads/2024/08/Inf-Seg-y-Eval-Plan-Anual-Inv-jul-24-firmado-signed.pdf
Economista especializado en regulación de la competencia, con conocimientos variados en las diferentes temáticas de la disciplina: economía política, desarrollo, medioambiente, fiscal. Trabajé durante un año en una consultora financiera en Brasil (Fusiones y adquisiciones) y 4 años haciendo consultorías para CEPAL, además de una consultoría sobre salud mental y ambiente laboral en Chile, y otra de 6 meses sobre la historia del desplazamiento forzado en Mozambique para la London Bussiness school.
No solo entiendo los temas en los que me especializo, sino que trazo las diferentes relaciones entre ellos para tener una visión completa del panorama. Junto a eso, manejo bases de datos y softwares como Stata, asegurándome así que la narrativa y la estadística vayan de la mano. Hablo español, inglés, francés y portugués. Soy sociable, persistente, curioso, organizado, trabajo bien en equipo y bajo presión. Usted entrégueme un trabajo y yo seré especialista en el tema, pues siempre estoy dispuesto a aprender y me adapto a cualquier circunstancia, un día me encuentra haciendo presentaciones a altos funcionarios, al siguiente jugando fútbol en la favela.